Universidad Autónoma de Aguascalientes

Entrevista con Martha Guadalupe Acosta Ortiz, vocación y servicio en la enfermería.

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Imágenes de la Fototeca Universitaria | Departamento de Archivo General e Histórico

Además de la educación secundaria y preparatoria, la carrera de Técnico en Enfermería fue de las primeras en impartirse en el Instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología. Su comienzo en 1692 fue precedido por otras opciones educativas como el programa técnico de Trabajo Social creado en 1963, así como las licenciaturas de Administración de Empresas y Contador Público, ambas con inicio en 1968, y en 1972 la carrera de Médico Cirujano.

Sin duda, con el nacimiento de la Universidad Autónoma de Aguascalientes se despliegan los estudios profesionales en Aguascalientes. Contar con una institución de educación superior en Aguascalientes brindó muchas oportunidades de realización personal y profesional para muchos jóvenes; una de ellas fue Martha Guadalupe Acosta Ortiz. En esta edición de la Gaceta Universitaria presentamos una entrevista con ella –hecha a la distancia– quien en 1968 egresó del programa técnico de Enfermería del Instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología; posteriormente cursó la nivelación para obtener el grado de licenciatura y fue la primera enfermera en tomar las riendas del Departamento de Enfermería de la UAA.

¿Cómo se decide a estudiar enfermería?

Mi formación secundaria fue en la Escuela Normal, y en ese tiempo pensaba continuar una carrera como maestra ahí mismo, hasta que nos visitó una enfermera del IACT para darnos unas pláticas en tercero de secundaria para difundir esta vocación. A pesar de que no era mi interés, conversé con mis padres y ellos me plantearon la posibilidad de estudiar enfermería porque era una bonita carrera. Es así que cursé la carrera básica de enfermería de 1965 a 1968, y mi servicio social al año siguiente en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Entonces por alguna circunstancia me invitaron a suplir a una profesora impartiendo la materia de Propedéutica de Enfermería a partir de septiembre de 1971, dichas actividades de docencia las combinaba con horas de instrucción en campo. Siempre me gustó estudiar una y otra cosa, en 1975 recibí una beca para estudiar durante un año la Especialidad de Enfermería Médico Quirúrgica en el Centro Médico Nacional; y a mi regreso comencé a impartir las materias Enfermería Médico Quirúrgica y Prácticas Hospitalarias hasta 1981.  Fue de 1978 a 1980 cuando me desempeñé como jefa del Departamento de Enfermería, en el entonces Centro Biomédico.

¿Qué recuerda del año 1973, cuando se dio la transformación a Universidad Autónoma de Aguascalientes?

El Instituto era algo muy pequeño. En un principio, las clases se impartían en el Edificio Central, luego se adaptó un espacio para usar como aula en el Hospital Miguel Hidalgo; recuerdo que para recibirnos como enfermeras teníamos que realizar una tesis y hacer el examen de grado con los sinodales en el auditorio de ese edificio. Contar con la Universidad Autónoma fue un suceso muy importante para Aguascalientes, y para la carrera de Enfermería representó un gran avance, pues se contaban con mejores y amplios espacios para todas las carreras del área médica.

En ese tiempo, aunque aún no se visualizaba convertirse a licenciatura, la carrera de enfermería básica contaba con un excelente nivel de conocimientos equiparable con muchos otros programas del país en aquel tiempo, nuestra preparación era muy buena; y yo lo pude constatar con los estudios de posgrado que realicé en la ciudad de México y Monterrey. Uno de los primeros retos fue profesionalizar nuestra actividad, por lo que también fue importante para mí participar en un curso de nivelación de dos años a finales de los ochenta.

Entonces cuando surge la Universidad, fue un gran cambio para nosotros porque ya todo era muy amplio, con aulas muy bonitas. Sin duda, fue un cambio muy importante para la Escuela de Enfermería en especial, ya que antes contábamos con un espacio pequeño en el hospital donde tomábamos clase; además de que los procesos administrativos adquirieron una mayor formalidad.

 

¿Qué satisfacción le dejó su carrera y su labor académica en la UAA?

La docencia. Dar clases  siempre me gustó mucho, aunque por cuestiones personales yo me retiré de la UAA en el 1982, después regresé en 1987 para realizar la licenciatura y años más tarde, en 1998, regresé a la docencia para impartir una materia en la carrera de Enfermería y otra de manera optativa para estudiantes de contaduría. La enfermería me dejó muchas satisfacciones, con muchos logros y crecimiento profesional. Cuando comencé a estudiar ya nunca pensé en salirme de la carrera, seguí estudiando y me gustaba mucho estudiar; además el contacto con el paciente y poder hacer algo por esa persona cuando está en sus momentos de mayor sensibilidad y debilidad física y mental, es algo que te da mucha energía y satisfacciones, saber que puedes hacer algo por alguien es el motor más importante para la enfermería, por eso siempre me gustó prepararme para servir a los demás.

En el contexto de la crisis de salud que vivimos ¿qué es lo más importante que deben considerar estos perfiles médicos?

Yo creo que el servicio. Nosotros como profesionistas médicos todo lo que hacemos es por ayudar y devolver la salud a la persona, ese es el objetivo de todo el personal de salud, y la recuperación de los pacientes es la mayor satisfacción. En la enfermería no sólo nos debemos a la recuperación de la salud, también nuestra función es ayudar a los enfermos a bien morir; una vez fallecido también debemos brindarle una atención digna y mostrar respeto hacia su familia. La enfermería no es una carrera fácil, demanda una vocación para servir, y enfrentar todas las necesidades del paciente, físicas, psicológicas o familiares.