Universidad Autónoma de Aguascalientes

COLABORACIÓN | Leticia Rodríguez Martínez, egresada de la Lic. en Turismo, correo: letyrodriguezm@hotmail.com

 

El turismo es una industria importante para el desarrollo social y económico de los países, generadora de empleos y fuente de divisas. En 2022, el turismo en México tuvo un 8.5% de participación respecto al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, por debajo de Portugal con una participación en su economía del 8.9%.

De acuerdo con las cifras reportadas por la Organización Mundial del Turismo (ONU Turismo), durante 2023 se registraron 1,286 millones de turistas internacionales en el mundo; al cierre de este mismo año, ingresaron a México vía terrestre y aérea 26.8 millones de turistas internacionales y 9.2 millones de excursionistas en cruceros, los cuales disfrutaron de recursos naturales e hicieron uso de bienes y servicios en nuestro país.

¿Te imaginas el impacto que esto significa para los lugares de destino? Hablemos de turismo sostenible.

¿Sostenible o sustentable? Comencemos por definir estos dos términos que van de la mano: sustentable es algo que se mantiene por sí mismo durante un tiempo, mientras que aquello sostenible se puede mantener durante un tiempo sin agotar los recursos de un entorno social y siendo respetuoso con el medio ambiente.

ONU Turismo define al turismo sostenible como “aquel que tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.”

 En este contexto, situemos a esos 1,286 millones de turistas yendo y viniendo por el mundo, a bordo de vuelos y vehículos, generando desechos orgánicos e inorgánicos, requiriendo todos los días el cambio de sábanas y toallas en los lugares de hospedaje, caminando entre la naturaleza, llevándose conchitas y piedritas de recuerdo… ¡Alto ahí! Quiero seguir viajando y ser una turista responsable, ¿qué debo hacer?

 

Compromiso con el planeta

Actualmente, en algunas plataformas de búsqueda de vuelos nos informan el número estimado de emisiones por pasajero en la ruta seleccionada, este número depende de varios factores como el modelo del avión, la distancia entre el origen y el destino, la altura, la velocidad, el número de pasajeros, etc., elige el medio de transporte con las menores emisiones contaminantes posibles, es razonable e indispensable el uso de vuelos para los traslados a ciudades lejanas, pero una vez en el lugar de destino podrás optar por algún medio de transporte con menores emisiones de carbono, como el metro, el tren, el autobús o incluso bicicleta; hay ciudades con diseño urbano apto para ciclistas como Copenhague, Ámsterdam, Viena, Barcelona, Tokio, Montreal y Bogotá, que tienen un alto índice en el uso de bicicleta como medio de transporte local, reduciendo así problemas de tráfico y estacionamiento, además de ser amigables con el ambiente y fomentando la actividad física, así no tendrás pretexto que ganaste algunos kilitos durante tus vacaciones.

Cada vez hay más servicios de hospedaje que están certificados como sostenibles (los podrás identificar en los sitios web con una hoja verde, depende del buscador), optan por energías renovables y sugieren a los huéspedes medidas para su aprovechamiento, por ejemplo para reducir el consumo de agua, te proponen que reutilices sábanas y toallas durante tu estancia, disminuir en lo posible el tiempo en la ducha y utilizar sólo un vaso con agua en el cepillado de dientes, incluso han retirado las tinas de baño para evitar el desperdicio del vital líquido; respecto al apagado de luces y aire acondicionado, actualmente el uso de la tecnología ha permitido contar con tarjetas para activar y desactivar la energía eléctrica en las habitaciones, reduciendo así su consumo en nuestra ausencia. El ecolodge o eco-hotel está diseñado para atender a los huéspedes impactando lo menos posible al medio ambiente, ya que, si no quieres sacrificar el lujo el eco-glamping será tu mejor opción.

Cuando salgas de tour conserva tu basura hasta que encuentres un lugar adecuado para depositarla, sobre todo si se trata de una reserva natural, no dejes huella y respeta las indicaciones de las autoridades del sitio respecto a la separación de desechos, no fumes, no prendas fuego y no alimentes a los animales que encuentres por el camino. Dirígete sólo por los senderos establecidos, ya que la erosión puede causar alteraciones en el ecosistema y corres el riesgo de perderte si no conoces la zona. Una conchita de mar, piedrita o arrancar hojas de los árboles no representa un souvenir de tu viaje, quédate con una foto o video para recordar.

Extra-Tip. Sea cual sea el destino, lleva contigo un juego de cubiertos de plástico y un contenedor para líquidos que sean reutilizables, te aseguro que en algún momento del viaje los vas a usar.

Tener una experiencia con la vida animal es sin duda un sueño de muchos turistas, debes informarte, antes de contratar, si la empresa que está ofertando estas actividades tiene las certificaciones oficiales y si cuenta con políticas de bienestar animal. Incluir animales como atractivo o como parte del servicio turístico se ha reducido considerablemente, gracias a los movimientos de ambientalistas y organizaciones de protección a la fauna en el mundo, aunado a que los turistas han tomado conciencia al buscar actividades que garanticen el respeto a la vida animal. No participes en actividades que puedan dañar a los animales o que sea evidente que están siendo maltratados, con poco espacio, encadenados o en lugares sucios. Mucho cuidado en consumir platillos o productos de animales que están en peligro de extinción. Prefiere experiencias de avistamiento de especies en su entorno natural.

El protector solar al ponerse en contacto con el agua libera químicos que afectan a la fauna y flora marina, incluso puede dañar a los seres humanos, como en el caso de los microplásticos. Por ello, cuando vayas a comprar tu protector solar verifica que sea biodegradable, amable con el medio ambiente y si es posible evita su uso al zambullirte en el mar, río o en algún cenote.

 

Impacto positivo en el destino

Consume productos y servicios locales, así fomentarás la creación de empleos, se activará la economía y aportarás a la conservación del patrimonio del lugar. Visita algún mercado para consumir alimentos o dulces típicos, de esta forma conocerás las costumbres y sabores originales. Si vas a llevar algún souvenir, adquiere productos hechos por artesanos, contarás con una pieza única y estarás practicando el comercio justo.

En algunas localidades hay oferta de hospedaje familiar en cabañas rústicas o ecolodge, lo que te permitirá conocer de cerca sus costumbres y proporcionarles un ingreso.

Al contratar servicios turísticos como excursiones a áreas naturales o senderismo procura que sea con una operadora local, la inversión se quedará en la comunidad receptora y ellos son los que mejor conocen la zona. Te recomiendo tomar los tours a pie para conocer el centro o casco histórico, el guía te dará datos curiosos o poco conocidos de los sitios importantes, así como los mejores consejos de dónde comer o beber después del recorrido, este tipo de tours normalmente son gratuitos, pero siempre es gratificante dar una buena propina al concluir.

Ahora que ya tienes más información para tomar las mejores decisiones en cuanto a tus viajes y el impacto que estos tienen en el medio ambiente y en las comunidades receptoras, estás listo, anda y ve a viajar.

 

Fuentes de información:

ONU Turismo https://www.unwto.org/es/desarrollo-sostenible

INEGI Encuestas de Viajeros Internacionales https://www.inegi.org.mx/temas/turismo/#tabulados

INEGI Economía y Sectores Productivos https://www.inegi.org.mx/temas/turismosat/