Universidad Autónoma de Aguascalientes

¡Enhorabuena!

PDF | 120 | Hace 3 meses | 15 noviembre, 2024

Dra. en Admón. Sandra Yesenia Pinzón Castro

El fin de semana pasada en la UAA llevamos a cabo diversas ceremonias de entrega de títulos. Aprovecho la ocasión para compartir aquí un mensaje a todas y todos los jóvenes que se titularon durante 2024…

Debido a la velocidad con la que suceden las noticias y nuestras propias experiencias en esta época tan vertiginosa, quizás muchas de las personas que este año se están titulando ya sientan como un sueño lejano aquello que ocurrió entre 2020 y 2022, cuando transitaron por los primeros semestres de sus carreras en una situación rarísima de confinamiento mundial.

Si refrescamos un poco la memoria, recordaremos que la situación, nunca antes vivida por nuestras generaciones, fue la causante de crisis económicas, sociales, de salud y, sobre todo, emocionales: crisis que dispararon gravemente los niveles de estrés y depresión en la sociedad, y que provocaron una importante cantidad de rupturas, enfermedades y fallecimientos, de pérdidas de empleos y de abandono de estudios y proyectos personales.

Ese fue el contexto en que la mayoría de nuestros flamantes profesionistas inició sus estudios de nivel superior. Y aunque el paso del tiempo haga que aquello se sienta cada vez más lejano y ajeno, lo cierto es que se trató de una prueba muy dura que tuvieron que atravesar en carne propia, a fin de alcanzar el sueño de recibir un título universitario.

Todos los títulos valen lo mismo, pero emocionalmente este debe valer un poco más porque exigió una capacidad de adaptación y resistencia por encima de lo habitual. Pudieron haberse dejado vencer; pudieron haber cedido ante la tristeza, el desánimo o la incertidumbre; pudieron haber pospuesto sus estudios; pero no hicieron nada de eso. En cambio, mantuvieron la mira bien fija en sus objetivos y no descansaron hasta conseguirlos.

Por ello, quiero expresar mi felicitación y reconocimiento para esta generación de recién egresados, tanto de la UAA como del resto de IES de nuestro estado, por ese logro doble: no sólo el académico, sino también el de su voluntad y su entereza para haber llegado a la meta que se propusieron.

En el mismo tenor, quiero reconocer a sus docentes, familiares, seres queridos y toda la gente que fue constituyó un apoyo o un impulso, sin el cual esas historias de éxito no hubieran podido suceder. Nadie triunfa ni fracasa solo, porque no somos islas ni vivimos en soledad. Por eso, en la ocasión de este éxito, es importante reconocer y agradecer a quienes estuvieron a nuestro lado, ya como guías y mentores, ya como proveedores o, simplemente, como acompañantes, porristas y respaldos emocionales.

Con el mismo afán de hacer de éste un momento de gratitud, quiero invitar a todas las personas que están egresando y titulándose de sus carreras a pensar y valorar el crecimiento personal y académico que experimentaron durante los años que duraron sus estudios. No sé si recientemente les pasó que, al hacer el aseo de su cuarto o la depuración de sus archivos, se encontraron con alguna de las tareas que les encargaron en los primeros semestres. Si compararon esos trabajos con los últimos que entregaron, seguramente se dieron cuenta del enorme crecimiento que han tenido en su manera de pensar y de resolver problemas teóricos y prácticos relacionados con su carrera.

De manera indirecta, esto nos permite ver que, en efecto, las instituciones educativas les imprimimos una huella indeleble, forjándolos para ser mejores profesionistas y estoy segura que también mejores personas. De ser así, les invito a que ejerciten su gratitud y su cariño con sus respectivas casas de estudio, a través del ejemplo que den día con día en sus ámbitos profesionales, familiares y sociales: muestren que son dignos profesionistas y expresen también con orgullo que son y siempre serán parte de las instituciones que les ayudaron a formarse.

Finalmente, recordemos que culminar con éxito una etapa académica como la licenciatura (o ingeniería) no es sino el inicio de un nuevo camino, un nuevo reto, en el que se pondrán a prueba sus capacidades y las habilidades y conocimientos adquiridos durante su formación. Asuman este reto con entereza, con creatividad, compromiso y nobleza, así como lo hicieron al iniciar sus estudios universitarios.

No tengo la menor duda de que darán lo mejor de ustedes mismos y que, estén donde estén, siempre serán fuentes de luz y progreso. Enhorabuena por este enorme logro, y muchísimas gracias por habernos permitido ser parte de su historia y por todo lo que le dieron ustedes mismos a sus respectivas casas de estudios.

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