Universidad Autónoma de Aguascalientes

El aprendizaje que nos dejaron la académica Rossana Reguillo, la activista Olimpia Coral Melo y el fotógrafo Pedro Valtierra durante su visita a la Universidad Autónoma de Aguascalientes como ponentes del Encuentro Nacional de Estudiantes de Comunicación CONEICC 2024 “Comunicar para una cultura de paz”, fue utilizar las habilidades comunicativas y medios a nuestro alcance para enviar y compartir mensajes positivos que nos lleven a recuperar la humanidad de las personas: usar la comunicación para interrumpir los discursos violentos, desmontar los discursos de odio y de brutalidad, hacernos responsables y comunicar con respeto para forjar un orden social solidario e igualitario.

La paz no es cultura, sino una condición de posibilidad

La doctora Rossana Reguillo, profesora investigadora del ITESO e investigadora nacional emérita del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, abrió el encuentro estudiantil con la conferencia “Laberintos y conjuros: pensar las violencias desde la comunicación”.  Antepuso la idea de que la paz no es una cultura porque ésta nunca llega a realizarse del todo, pues dijo, la paz no es lo opuesto a la guerra, tampoco es la ausencia de conflicto ni resultado de un consenso absoluto; sino que la paz es una condición de posibilidad. “Quien comanda la comunicación no es el habla, es la escucha” y esa es la principal condición para una paz duradera, para una paz que nos revitalice como humanidad; entonces hay que combatir la idea de una paz como una dimensión abstracta y universal.

La comunicación es una práctica de interpelación y desmontaje de los discursos de odio

Entre los laberintos o problemas a los que nos enfrentamos, la académica del ITESO mencionó la tolerancia cero y la violación sistemática de los derechos humanos; la violencia vista como una epidemia con imaginarios estigmatizantes, estereotipos y discriminación;  o las palabras como campos de batalla (que destruyen o construyen), es decir, esos discursos de odio que encontramos en redes sociales.

En este sentido, Rossana Reguillo enfatizó que debemos asumir el desacuerdo y desde esa lógica construir la paz, pues “esta será una sociedad distinta cuando aprendamos a no tenerle miedo al disenso y al conflicto”. Es ahí donde, explicó, nuestro trabajo es pensar la comunicación como un dispositivo de interrupción y para evidenciar el conflicto, nuestro trabajo es ese: volver visible el conflicto. Además, “aquella comunicación que no interpela está condenada a morir antes de nacer, hay que interpelar y comunicar desde el conflicto. Alcanzar condiciones de paz implica una palabra que está muy en desuso: hacerse cargo. Yo creo que cada vez más que la chamba de los que somos profesores es justamente transmitir esa idea del hacerse cargo.

Entre otras recomendaciones está la creación de sujetos colectivos, estar unos con otros; usar la narración para contar historias de lo que sucede para contrarrestar la violencia; restituir la humanidad, cambiando imágenes violentas por aspectos positivos; hacer memoria; y la visibilización de la violencia mediante dispositivos de activación estética y colectiva.

Practicar la comunicación compasiva

La doctora Rebeca Padilla de la Torre, profesora e investigadora de la UAA, fue la encargada de moderar la conferencia “Laberintos y conjuros: pensar las violencias desde la comunicación”, así como de presentar a Rossana Reguillo, haciendo alusión a la compasión como una forma de sabiduría y situando a la académica como un ejemplo de comunicación y acción compasiva.

De ella aprendimos que para para vivir y prosperar juntos, necesitamos una comunicación compasiva, entendida ésta como una práctica donde las personas se comunican “con respeto a la dignidad humana, a la libertad, en intercambios simétricos y sin miedo. La plena realización de la justicia comunicativa no es posible en el orden social en el que estamos actualmente, requiere una transformación fundamental hacia un orden social solidario, agradable, igualitario y seguro”.

 

“Creer en las víctimas es el primer acto de justicia”

Una historia –en realidad muchas historias–  de violencia digital fue lo que llevaron a Olimpia Coral, y a muchas otras mujeres, a redactar un proyecto de ley que implicó una serie de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal; y que sanciona a quienes violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales, es decir por actos o delitos de violencia digital o ciberviolencia.

En su charla “Comunicación, derechos digitales y cultura de paz”, la activista Olimpia Coral Melo, narró su historia de violencia al mismo tiempo puso de manifiesto todas las fallas e injusticias de la educación que hemos recibido desde un entorno/sistema patriarcal  que inciden en muchos ámbitos de nuestra vida y de nuestras relaciones.

“No sé si me alcance la vida para ver la justicia que realmente merecemos, pero si no somos nosotras síganle ustedes. Hacen falta muchas cosas. Si no somos nosotras, síganle ustedes que hace falta cambiar completamente de raíz esas situaciones y hace falta hacernos responsables de nuestra existencia como universitarios, como compañeros, como voces, como comunicólogos. Si no nos cuestionamos dónde están las mujeres en todas las materias, si no nos cuestionamos dónde estuvieron las mujeres en todas esas acciones, entonces no estamos trabajando con las mayorías y no estamos todas en esos debates”.

Estaremos avanzando hacia una condición de paz, en la medida en que logremos restituir la humanidad desde la comunicación; para que el día de mañana reconozcamos a las personas no por un video sexual, sino por sus aportaciones y persistencia en la lucha por alcanzar mejores condiciones para todas y todos. Es indispensable interrumpir los mensajes de odio y eliminar las imágenes violentas que circulan por todas partes, para llegar a ver a las personas por el ser humano que fueron y no por la manera tan brutal en la que han sido víctimas de violencia o asesinatos.

Un llamado a la conciencia

Pedro Valtierra, fundador y director Cuartoscuro habló sobre su trayectoria y experiencia como fotógrafo en la conferencia “Reflexiones del periodismo contemporáneo”. En entrevista señaló que enfocar las actividades universitarias hacia la cultura de paz es muy importante para países como México, donde desde hace muchos años se vive una violencia muy fuerte, por lo que estas actividades con profesores y estudiantes deben ir encaminadas a llamar a la conciencia y se logre avanzar. “Yo veo la situación muy complicada porque no solamente son las universidades las que tienen que participar para terminar con esta parte, tiene que ser el Estado, tiene que estar la sociedad misma”.

La fotografía es un modo de contar historias y llamar a la conciencia. Por ello, Pedro Valtierra, comentó que tanto la fotografía como el periodismo han tenido una evolución importante para bien; ahora hay una gran cantidad de jóvenes fotógrafos que comprenden mejor y se involucran más en los temas tan diversos que vive la sociedad. Aseguró que los jóvenes tienen propuestas nuevas para comunicarse y que puedan atender las necesidades de la sociedad. “La fotografía tiene esa virtud y esa posibilidad no solamente de ser una expresión artística, sino de ser una expresión que esté vinculada a la gente y sus intereses; que pueda también ser usada como una manera de comunicación para que la gente tome conciencia de los temas importantes”.