Universidad Autónoma de Aguascalientes

“Yo soñaba ser maestro en la universidad”: Héctor Homero Posada Ávila

gaceta uaa

Es diseñador gráfico por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y profesor de Educación Primaria por el Centro Regional de Educación Normal de Aguascalientes (CRENA), maestro en Diseño Gráfico (UASLP) y doctor en Creación y Teorías de la Cultura (UDLAP). Además, se ha desempeñado como docente en diversas instituciones educativas y dentro de la UAA ha sido académico, tutor longitudinal, tutor de tesis de maestría y doctorado, jefe del Departamento de Representación Gráfica (ahora nombrado Departamento de Diseño Gráfico) y, en la etapa final de su trayectoria universitaria, fungió como decano del Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción. Entre los proyectos en los que ha colaborado destacan las fotografías monumentales y la adecuación de la imagen corporativa institucional, así como en la formación y actualización de profesores.

En esta edición de la Gaceta Universitaria, conversamos con Héctor Homero Posada Ávila para recordar su trayectoria en la UAA, su visión humanista y labor docente, un sueño que visualizó desde su escuelita –como él le llama- donde impartía clases de educación primaria. Después de 34 años de servicio docente en la UAA, pues desde febrero de este 2023 alcanzó su jubilación, seguirá produciendo en el ámbito de la caligrafía, el diseño y la docencia.

¿Cómo fue su ingreso a la Universidad Autónoma de Aguascalientes?

Yo soñaba ser maestro en la universidad. Soy profesor de Educación Primaria y recuerdo que estaba en mi escuelita, literalmente estábamos barriendo y limpiando con los niños el salón, había terminado las clases y yo me quedé volteando a la ventana, había un paisaje muy bonito lleno de guayabas y pensé: creo que yo puedo hacer algo más ¿podré ser algún día maestro de la universidad? Fue un sueño en vida, despierto y no tenía nada para poder ser el profesor universitario, ni carrera universitaria ni nada. Llegó un momento en que descubrí que existía diseño gráfico, terminé una Licenciatura en Ciencias Sociales, dejé el magisterio, dejé un grupo de danza que tenía, dejé muchas cosas y dije voy. No me importó que fuera una carrera a nivel técnico y terminando diseño gráfico ingresé inmediatamente, en 1988, a la planta docente como profesor interino, la experiencia docente que tenía me facilitó ingresar a dar clases.

Desde ese primer día hasta el último, el miércoles 15 de febrero de 2023, la docencia ha sido para mí una vocación, y lo digo con mucho orgullo, una vocación heredada de mi madre y de todos mis hermanos que son profesores.  Me di cuenta que se me daba muy bien enseñar, pues ya lo había vivido con los niños, pero lo más importante es que me gustaba adentrarme en la persona para poder enseñar; y recuerdo una frase de mi mamá que decía que no hay alumno malo, sino malos maestros en el sentido de que podemos encontrar una forma de llegar a todos los alumnos; si son disruptivos, pues darles esa disrupción; darles liderazgo; hacerlos partícipes de todo. Fue así durante estos 34 años, siempre vivir la docencia de manera muy intensa; no fue trabajo porque me apasionaba todo lo que hacía, me entregaba totalmente y lo disfrutaba mucho.

“Todo mi desarrollo profesional y académico me lo dio a la Universidad, a nivel nacional e internacional, aquí terminé la licenciatura, primero a nivel técnico luego en licenciatura. La Universidad me dio la oportunidad de hacer una maestría en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y después el doctorado en la Universidad de las Américas Puebla”

 

¿Cuáles fueron los retos más grandes que tuvo que enfrentar de trabajar con niños y luego con los jóvenes?

Comprobé que son niños grandotes,  comprobé que los maestros también son niños. Impartí dos veces un curso sobre pedagogía de las águilas para los profesores y también identifiqué que nunca perdemos la niñez, la educación lúdica nos hace abrirnos como somos, nos hace interactuar, nos hace divertirnos y luego aprendemos, son exactamente igual. El dibujo es lúdico por naturaleza y es una de las maneras más impactantes para tener la atención de las personas para muchos aspectos; por ejemplo, ahora los vídeos de TikTok los que más tienen impacto son aquellos que te enseñan el proceso. En fin, no había diferencias entre los niños y los jóvenes de la universidad.

Además de su fascinación por la docencia ha participado en otros proyectos institucionales, como la imagen institucional de la Autónoma de Aguascalientes ¿cómo fue este proceso?

Empecé a interactuar con compañeros de otras áreas de la universidad y como siempre estaba ejerciendo el diseño, me pedían colaboraciones por ejemplo para hacer el logo de Radio Universidad o el de la Fundación UAA. Cuando llegamos al 25 aniversario se hizo el ajuste de la imagen: se corrigieron la estructura tipográfica, de las formas, se hizo más orgánico y se hizo aplicación de color; porque lo que había hecho el maestro José Luis Márquez, quien fue quien hizo el diseño, no se modificó, se conservó literalmente la esencia de la imagen institucional.  Es un riesgo cambiar una imagen que está funcionando de manera importante, tal vez fue eso, no asumimos el riesgo, así me lo dijo el maestro Félix Beltrán… pero contribuimos en esa parte de la imagen de la UAA y persiste. Me da mucho gusto que ya se ha integrado mucho más esa imagen y con alternativas interesantes pues han participado otros egresados para lograr que el sistema de imagen de la universidad sea coherente, útil y funcional, sobre todo ahora sí veo una identidad bien arraigada en los estudiantes que hace años no se tenía.

El doctor Homero Posada Ávila también ha sido parte desde hace 25 años del equipo que coordina las fotografías monumentales, o como él les llama, formaciones humanas; un proceso complejo que ha decir de la experiencia del 25 aniversario dejó aprendizajes y un gran disfrute de ver una imagen plasmada en papel hasta lograr reunir a los universitarios en una formación para integrar el logotipo conmemorativo.

En el ámbito de la investigación ¿cuáles fueron sus líneas de trabajo?

En el ámbito de la investigación, sobre todo a partir del doctorado que realicé en Creación y Teorías de la Cultura, tenía algunas líneas de trabajo sobre el desarrollo de la creatividad, es decir, todos somos creativos todos los días, pero es necesario tener más herramientas para potenciar esa creatividad que tenemos como seres humanos para resolver los problemas que se nos presentan en la vida. Hay muchas teorías y mucho trabajo al respecto; entonces la tesis implicó que fuera la primera en México en el ámbito de las industrias creativas… estas industrias creativas llegaron al país en 2012 mientras que en el Reino Unido estaban desde 1989 cuando impulsaron ese concepto desde el bachillerato. Así que, fue a partir de 2012 cuando empieza toda esa expansión del concepto creatividad en términos económicos: las industrias creativas, la economía creativa, la economía naranja, las ciudades creativas del diseño de la UNESCO, las ciudades del diseño en el mundo; entonces todo eso era una explosión, y sigue siendo una explosión mundial sobre sobre la creatividad, y a eso me enfoqué. Lo aterricé con el curso de Pedagogía de las Águilas que lo apliqué con los compañeros de aquí de la universidad a través del área de formación del profesores. Fusioné la investigación en el ámbito de la creatividad, la pedagogía y el humanismo, aunque pedagogía y humanismo van conectados, pero en esos tres trabajé el diseño.

“Ese curso con los maestros me enriqueció bastante porque a pesar de que ya había dado clases en doctorado y maestría, darle clase a mis compañeros maestros de todas las áreas fue muy gratificante porque logramos ponernos de acuerdo en que sí podemos cambiar las cosas, que estamos aplicando la creatividad en la docencia, siendo más humanos, inventar y atrevernos a hacer cosas con los alumnos”.

 

Finalmente ¿qué se lleva de la Universidad Autónoma tras estos 34 años?

No, no me llevo. Me quedo con una vida plena, completa, de gran satisfacción en todas las áreas que he estado trabajando con la Universidad. Estoy muy satisfecho, me formó y me ayudó en todo sentido, por ejemplo, a sostener a mi familia, a proyectarlos. Para mí nunca fue trabajo, fue vocación; y la vocación es pasión y entrega a todo. A veces creo que el trabajo era el tráfico o el traslado, pero estar en la Universidad y con los alumnos era otra cosa. Estoy infinitamente agradecido con mi alma mater.