Universidad Autónoma de Aguascalientes

Gabriela Ruiz Guillén fue reconocida con el “Premio Enriqueta Medellín a Asociaciones Civiles 2023”

gaceta uaa

La maestra Elsa Gabriela Ruiz Guillén, coordinadora del Comité Institucional para la Equidad de Género de la UAA, fue reconocida este año por el Municipio de Aguascalientes, a través de la Secretaría de Enlace Ciudadano y el Consejo de la Ciudad, con el “Premio Enriqueta Medellín a Asociaciones Civiles 2023”, por su larga y constante trayectoria personal y colaborativa en organizaciones civiles en el ámbito de la erradicación de la violencia de género, el feminismo y la equidad de género.

En entrevista, aseguró que si bien es un reconocimiento a su trayectoria, en ese camino le han acompañado un sinnúmero de personas. “Desde hace 40 años, estoy trabajando en esto de las organizaciones de la sociedad civil y específicamente en el tema de las mujeres, género y feminismo; también he tenido una participación en acciones ciudadanas de organizaciones nacionales o locales como Acción para la Democracia o Alianza Cívica; o bien, apoyando otras causas justas, como la convención zapatista en la selva Lacandona”.

Por lo tanto, el Premio es un logro colectivo, pues dijo, lo asume como resultado de la actividad que ha hecho ella en conjunto con otras personas y organizaciones que han participado, apoyado y dado respuesta para concretar los diversos proyectos, desde la conformación de organizaciones de la sociedad civil, ahora asociaciones civiles; la elaboración de propuestas gubernamentales; el planteamiento de acciones ciudadanas o la colaboración en causas comunes y necesidades sociales, como lo fue la participación en el Consejo Consultivo del Programa Estatal de la Mujer perteneciente a COESPO, así como la creación del Instituto Aguascalentense de las Mujeres que se debe en gran parte al esfuerzo colectivo.

¿Cuáles son los retos que se van encontrando en el camino, en este trabajo de  las organizaciones civiles?

Yo pienso que son en varios aspectos. Por ejemplo, llegar al acuerdo interno de las organizaciones, porque siempre tenemos formas diferentes de pensar, de actuar y de trabajar; además de congregarte con quién pactas  líneas básicas de trabajo; y sobre todo el  diálogo; nosotras aprendimos mucho de la cuestión de la sororidad al mismo tiempo que estamos conscientes que nuestras diferencias y dificultades o diferentes puntos de vista, no provoquen confrontaciones entre nosotras, si no estamos de acuerdo nos retiramos o nos vamos, pero no nos volcarnos hacia las personas, hacia las mujeres. Esa es una tarea bien difícil, porque los corajes nos impregnan y además la forma de resolver los conflictos no es dialogando, sino chocando, confrontando. Todo eso es hacía lo interno.

En cuanto a los externo, hay espacios o ciudades donde hay más resistencia a entender que el feminismo no es contra los hombres, pero hay una mala propaganda, se ha hecho una mala propaganda por muchos años de decir que era eso. Entonces, es un mote que luego te colocan; a mí me decían ‘tú eres feminista, tú no entras’, ‘tú simpatizas con las causas de los pobres, tú no entras’. Todo eso implica resistir el rechazo social, pero tampoco es fácil. También trabajamos mucho sobre los puntos de coincidencia, no estamos de acuerdo en todo pero tenemos una causa, que son los derechos de las mujeres.

¿Qué significa para ti recibir este premio que lleva el nombre de la doctora Enriqueta Medellín?

Primero, un profundo agradecimiento a ella, porque siendo una mujer que impulsó tanto esta demanda de la conciencia ecológica, ahora ambientalista, de forma persistente y siempre amable, permitió que se visibilizaran todos los esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil. Me parece que es un legado que ella hace que ahora se le está reconociendo en esta premiación. Por otra parte, a mí me ha provocado muchísima reflexión, de hacer la historia no solamente en lo individual sino de con quienes coincidimos para hacer un acto de gratitud… no asumirme todopoderosa y única en esto porque si no hubiera habido quien hiciera eco, pues no hubiera hecho nada. Entonces no es un logro individual, sino colectivo que agradezco, una temporada aquí, otra allá, y ahora más reciente en la universidad.

¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que quizá no ven al activismo como parte de su vida? ¿Por qué es importante adoptar una postura de persistir e insistir frente a los problemas que tenemos en nuestro país?

Yo creo que es muy importante conocer la historia, porque cada vez que leo o estudio cuestiones históricas me reafirmo en mi posición y por otro lado, le bajo mi soberbia y dejar de desdeñar lo que hacen otros grupos porque desconocerlo es como olvidarte. Así que mi recomendación, a jóvenes y no tan jóvenes, es conocer la historia y los orígenes de donde sucedieron y por qué tenemos estos derechos hoy que les costaron la vida a otras personas; y por otra parte es establecer un diálogo entre las personas afines con las que no somos afines, pues todo mundo igual no podemos pensar igual pero sí podemos establecer un punto de coincidencia y trabajar a partir de él.

Debemos entender que fijarnos en las diferencias, y estar confrontando y evidenciando las equivocaciones de los demás, no facilita el proceso ni el avance en la construcción de una cultura de paz, ni para  la construcción de diálogos ni para el reconocimiento de los hombres y de las mujeres.