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“Baile de tinta y papel”
Luis Fernando López Rivera
Licenciatura en Comunicación Organizacional, octavo semestre
Y bueno, para uno que convive, que sueña y escribe.
Algunos pedacitos de papel y un poco de tinta son suficientes.
Ya sea como pretexto, necesidad o adoración.
Que se exprese el alma, el espíritu o el corazón;
Me expreso yo.
Llega otra noche y la complicada simpleza de querer,
en cada letra, palabra y oración; entenderme.
Mi mano, al tomar la tinta se conecta instantáneamente con todo,
y ya soy mi mano,
ya soy el momento exacto.
Escribo, pienso, sublimo y vuelvo a escribir.
Casi como naciendo en cada instante
Inmortalizándome en una pista de letras.
Pero… qué sería sin mis ojos, oídos y momentos…
no sabría entender la vida,
mucho menos escribirla, mucho menos recordarla.
Mientras siga este viento que visita,
que pasa desprevenido por mi ventana,
abrazando mi ser.
Seguiré en mis mejores pensamientos
alzándome con ellos,
en busca de un regalo más; un día más.
Disfruto la luna,
agradezco al sol,
a las nubes y a las estrellas…
a todos y cada uno de los componentes naturales y mágicos
que nos adornan la vida; el cielo.
Porque, ¿Qué seríamos sin todo eso?
… una vida sin poemas.
Noche ochenta y uno
Aranza Núñez Vilchis
Licenciatura en Psicología, segundo semestre
aranzanunezv@gmail.com
Mi espalda se aferra al suelo
como si quisiera fusionarse
es la imaginación la que vuela
y son los pasos en el aire
recorriendo el tablero
como si fuese un juego
es una escalera escondida
tal vez suba bailando
y baje viviendo otro día
no me importaría
sería una pantalla, el telón.
Retrocedo y respiro hondo
¿hacia dónde saltaré?
cuando escuche mi nombre
se siente como me alejo
abandona el borde
llegué al lugar seguro
voy de nuevo, corro y salto.
Un salto de fe
es creer para ver
entonces puedes salir
andar por la neblina
sin nada que temer
el que nada debe, nada teme
y mi mente clara ya está.
Poema sin título
María Fernanda Hernández Ramírez
Licenciatura en Artes Escénicas Actuación, segundo semestre
Nos volvimos uno solo
te tomé y exprimí mi deshabitado ser
para darte un afecto coherente.
Pero mis lágrimas no nos dejaron salir a flote.
Entonces lo supiste
viste, y notaste algo extraño en mí.
Me miré intrusa y no pude cargarme más.
No pude decirte que me dejarás de mirar
aunque cuando lo hacías me ardía el pecho.
Aunque no soportaba mis verdades te veía sufriendo también.
Y eso me quiso dar la fuerza para despojarme de ti.
Aunque fuese mi cruel deseo
tu estadía en mi vacío.
Ahora que me lo enseñaste en tus ojos,
está lleno de ti
y de mí solo queda un poco.
No eres de aquí y se nota,
Yo estoy en una creciente ausencia.
Ya no es de interés para ti mi río de cada noche
tiempo atrás nos cobijabas en él,
en cada noche a mis ojos desolada.
Tu calor me cegaba
La veía brillante, hermosa
y veía a las hojas de los arboles bailar
Recuerdo el dormir con esa sensación
Me hundo para tratar de recordar,
darme calor y así dormir.
Sé que pronto saldrás de aquí
¿Qué puedo exprimir más de mí?
para que te interesen mis lágrimas otra vez
y me cargues camino a ver las estrellas
una vez más cuidando mi ser.
Sé que tengo muchas lágrimas.
Sé que marco un océano por cada gota que haces
es inevitable que pronto odies las inundaciones
y te vayas a un lugar más seco.
Me hundo en mi inmenso mar de solo pensarlo
puede que tengas razón
un día me quedaré en medio de mi océano
haciendo más lágrimas,
Sin saber en qué punto me encuentro.