Universidad Autónoma de Aguascalientes

Ganadores de los premios literarios plasman realidades como la violencia y el abuso sexual infantil

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Como cada año, la Universidad Autónoma de Aguascalientes, a través del Centro de las Artes y la Cultura, motiva y reconoce la creación literaria de los universitarios a nivel nacional a través de los concursos nacionales de narrativa, poesía y crítica literaria.

Además de celebrar la palabra, estos concursos han logrado un nivel de consolidación importante ya que año con año se reciben propuestas creativas y de divulgación del conocimiento de diversas regiones de nuestro país.

Jaime Jair es estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, y desde hace dos años que comenzó a tener el interés por la creación literaria. “Salvación”, la obra por la que ganó este concurso de narrativa es su segundo escrito, con el primer cuento que escribió recibió fue el Premio que otorga la revista Punto de Partida de la UNAM.

Actualmente, Jaime Jair ha logrado compaginar su carrera, el estudio de la literatura con esa parte creativa que ofrece el cuento y por otro lado, la redacción periodística que le permite su trabajo en la en la revista Gatopardo como redactor.

Su cuento aborda dos asuntos: el acoso sexual infantil, tema urgente de abordar en México, y la religión, para mostrar cómo el recurso religioso se entremezcla con la realidad en el contexto del abuso infantil. “Jaime Jair menciona que para este cuento leyó a autores como Inés Arredondo y José Revueltas, pero el punto detonador de su cuento fue la lectura de El evangelio según San Marcos de Borges. “No quería que tuviera como ese tono de Borges, sino que busqué a través de la lectura de escritores mexicanos como Revueltas y Arredondo, donde el tema de la religión está muy presente; el lector va a encontrar  un cuento duro, seco, y narrado en tercera persona”.

Sus intereses son el cuento y la crónica, pues considera que son parte de una misma genealogía de literatura breve, por lo que le gustaría seguir escribiendo cuento además del ejercicio periodístico que le permite la crónica.

Finalmente, Jaime Jair Ortega de la Sancha recomienda leer mucho y de los temas que les interesan para aquellos jóvenes que desean incursionar en la creación literaria. Si les interesa el terror, yo les recomendaría a Amparo Dávila, una de las grandes cuentistas mexicanas, por ejemplo. Por otra parte, otro consejo es imaginar la historia, la trama, antes de sentarse a escribir; es decir, planear todo desde el inicio, el desarrollo y el final. En el caso de “Salvación” detalla que le tomó una hora escribirlo pero más de un año y medio en la reescritura del texto hasta lograr la versión final. “La clave no es creer que se ha escrito, sino querer reescribir”.

 

Moisés Meza Díaz, es estudiante de la Licenciatura en Historia y de la Licenciatura en Filosofía, ambos programas en línea de la Universidad Autónoma de Zacatecas; su tercera y cuarta carrera ya que también es abogado y pedagogo. Ganar el Concurso de Crítica Literaria Elvira López Aparicio representa el segundo premio de su trayectoria, anteriormente había escrito poesía por el que también fue reconocido. También se desempeña como caricaturista lo que le permite colaborar con diferentes medios de comunicación.

Su crítica literaria se enfocó a uno de los autores que ya había leído frecuentemente: Elías Nandino. “Lo que hice fue un homenaje porque creo que fue un autor marginado y excluido en su tiempo. Desde el ámbito académico, yo he visto que se enfocan sobre su vida personal, ya que él, al igual que otros autores contemporáneos, ejercía abiertamente su sexualidad; yo traté de rescatar su legado poético y filosófico”.

Moisés explica que su filosofía es muy cercana al existencialismo de Miguel de Unamuno, otro de los grandes de la generación del 29. Ambos comparten una misma angustia por la muerte. “Mi proceso de creación, indica, fue hacer una comparativa entre estos dos autores, incluyendo a un tercer autor que dialoga con ellos que es Gilles Deleuze, un pensador francés y quien define al poeta como un médico del mundo, del alma. Entonces, Elías Nandino era médico y tenía conocimientos de anatomía, por lo que para él, el amor  no era únicamente una parte idílica sino un encuentro carnal donde se intercambian fluidos. Es así que hilo a estos tres autores”.

La construcción del ensayo, “Otra mirada a Elías Nandino”, fue complejo, ya que tuvo que documentarse sobre el estado del arte alrededor de la figura de Elías Nandino. Además, es algo sobre lo que le apasiona escribir y por la poesía tan cercana y que cuestiona sobre la muerte, la nada o quién es dios, temas que en algún momento todos nos hemos planteado.

 

 

Estudiante del séptimo semestre de la Licenciatura en Enseñanza y Aprendizaje del Español de la Escuela Normal Superior de Yucatán y con un empleo de medio tiempo, Ángel Augusto se da tiempo para escribir y desarrollarse como escritor. Su obra “En el centro de casa crece un árbol” devela situaciones de violencia intrafamiliar. El autor buscó retratar “la vida de una familia que está dentro de una burbuja de violencia, ni la madre ni los hijos saben cómo salir de eso hasta que el final la madre encuentra una salida poco difícil”, explica Ángel Augusto.

Estos poemas los escribió un poco por la experiencia de su propia familia y de lo que ha observado en otras familias de su comunidad,  Yaxcopoil, donde prima el alcoholismo y la violencia. “No podía no escribir de esto”.

Para el ganador, plasmar este tipo de problemáticas sociales es importante para nombrarlos, hablar sobre temas que poca ha escrito; es algo que tenemos que hacer porque estas situaciones forman parte de nuestra cotidianidad.

Su poemario lo comenzó a escribir tres años atrás, e implicó todo un proceso largo de revisión, reescritura y edición, hasta adquirir su forma final.

Ángel Augusto, como buen docente en formación, recomienda escribir tal y como las ideas llegan a la mente, como las sienten; ya después pueden integrar los elementos poéticos; “lo principal es escribir todo lo que llegue a la cabeza, como si fuera un diario, con el tiempo y constancia van a ir formando su espíritu creativo y lograr convertir esos pensamientos en poesía”.

Ángel Augusto Uicab Couoh fue notificado ganador de dos premios el mismo día, el Concurso Nacional de Poesía Desiderio Macías Silva, y de la edición  XXII del Premio Peninsular de Poesía «José Díaz Bolio» por su poemario Bajareque, que también aborda la violencia, pero en este caso retomando la experiencia de su madre y sus tías mientras trabajaban en el contexto de los cultivos del henequén. En julio de 2022 también fue acreedor del primer Premio de Poesía y Cuento Corto de la Secretaría de Innovación y Educación Superior de Yucatán.