Universidad Autónoma de Aguascalientes

Con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y la UAA, se logró emprender una investigación con la que se han logrado colectar más de 1,500 ejemplares de plantas que representan casi 400 especies. Lo totalmente fascinante para la botánica es la detección de cinco plantas nuevas para la ciencia, cuyas características y nombres científicos se encuentran en proceso de preparación para ser publicados, según explicó Gilberto Ocampo Acosta, profesor-investigador del Departamento de Biología de la Universidad, y uno de los coordinadores del proyecto de investigación “Exploración botánica, implementación de repositorios genómicos y desarrollo de recursos electrónicos para el estudio de cuatro zonas prioritarias de conservación poco conocidas del centro de México”.
Las zonas de estos hallazgos fueron la Sierra Fría y la Sierra del Laurel, lo cual requirió de un trabajo de campo exhaustivo en zonas que habían sido escasamente exploradas en los estados de Aguascalientes, Jalisco y Zacatecas. El equipo de académicos y estudiantes esperan pronto comenzar con la divulgación de estas especies nuevas, que son una aportación de la UAA para México y el mundo.
Por otra parte, la especie Portulaca juliomartinezii, nombrada así en honor del biólogo Julio Martínez Ramírez, técnico académico del herbario universitario, fue descubierta en algunas zonas de Guanajuato y Querétaro. Esta es una planta que crece en ambientes áridos y que había sido confundida con otra especie de mayor distribución, indicó Ocampo Acosta.
A partir de la investigación apoyada por el CONACYT y la UAA, se ha logrado conformar exitosamente el Banco de ADN de Plantas Vasculares de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (ADNUAA), además de lograr su registro en la Global Genome Biodiversity Network, siendo este el primer repositorio del país en incorporarse a dicha red.
El ADNUAA consiste en una colección organizada de muestras de tejido y material genético que pueden utilizarse en investigaciones filogenéticas (es decir, la relación de parentesco entre las especies), sistemáticas, códigos de barras de la vida y conservación e investigación genómica sin fines de lucro, entre otros. Es aquí donde radica la importancia de este primer repositorio mexicano, aunado al hecho de que la Red agrupa a más de 70 instituciones internacionales que comparten el interés de la conservación a largo plazo de muestras genómicas.

El profesor-investigador resumió la experiencia académica entorno al proyecto, enfatizando que éste representa una fuerte labor de todos los involucrados. Uno de los aspectos importantes recae en la parte administrativa. “Creemos que muchas instituciones no han logrado la incorporación porque no han sabido conjuntar el trabajo científico con la gestión administrativa institucional; tiene que haber un apoyo de las autoridades y nosotros hemos encontrado un respaldo completo en la UAA. Es un gran trabajo de equipo que sin el esfuerzo de muchas personas no se hubiera logrado”.