Universidad Autónoma de Aguascalientes

Tomando como punto de partida una de las plataformas digitales de arrendamiento más populares, Airbnb,  y ante la preocupación que ya se manifiesta en diversas ciudades sobre todos los fenómenos vinculados a la transculturación y a la gentrificación, la doctora Mónica Susana de la Barrera Medina, profesora e investigadora del Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción, encontró que en el centro histórico de la ciudad de Aguascalientes cada vez más las casas deshabitadas se están convirtiendo en viviendas de uso turístico (VUT), fenómeno que ha provocado diversas modificaciones, principalmente el surgimiento de nuevos sectores productivos, el incremento en el costo de los arrendamientos y el desplazamiento de personas hacia las colonias más alejadas.

La gentrificación, mencionó la académica citando a la socióloga británica Ruth Glass, es un fenómeno existente de los años setenta que tiene que ver con “una transformación acelerada que implica que las propiedades sufran distintas modificaciones, como el cambio de uso de suelo que ocasiona el incremento en el costo de las rentas y, por ende, que la gente ya no pueda vivir en esas zonas”; la gente local, la que habita los centros de las ciudades, están siendo desplazadas hacia las zonas más lejanas.

La idea de este proyecto de investigación denominado “Las transformaciones espaciales y el impacto de la globalización en la vida local. Revisión al centro histórico de Aguascalientes a través de diversos fenómenos vinculados a la transculturación y a la gentrificación”, surgió ante las diferencias identificadas en la zona como los nuevos comercios, bares, cafeterías o restaurantes.

Si bien en Aguascalientes la gentrificación ha sucedido de forma paulatina, como en muchas otras ciudades pequeñas, es importante conocer qué está pasando y analizarlo de manera comparativa. La doctora Mónica Susana de la Barrera Medina destacó que ya había trabajado proyectos que permitieron hacer un levantamiento fotográfico de la calle Venustiano Carranza en 2015 y que ahora han permitido identificar esas transformaciones.

Este fenómeno está vinculado con los aspectos económicos, sociales e incluso políticos. En otros países, este fenómeno ha implicado trabajo legislativo para establecer limitaciones y periodos de uso para el arrendamiento, para evitar que, entre otros aspectos, desaparezcan las tipologías comerciales tradicionales por franquicias o locales sibaritas. Es decir, que comercios como las tortillerías o las tienditas de la esquina se vayan desplazando por otras con características gourmet  productos orgánicos o restaurantes de lujo, “porque se tiende a imitar, justamente por la relación con la globalización, lo que pasa en el resto del mundo, pero desdeñando un poco lo que pasa o lo que hay de forma local”, dijo la investigadora. Por otra parte, explicó que el incremento en los costos de mantenimiento, también motiva a los dueños a redireccionar los fines de esas grandes casas que se encuentran en la zona centro de Aguascalientes, convirtiéndolos en espacios para eventos sociales o casas para vacacionar.

En el contexto de las plataformas de arrendamiento digitales, también se da que las personas sean nómadas digitales, es decir, aquellas personas que pueden trabajar desde cualquier lugar, buscando las ciudades donde el costo de vida sea más barato y tengan ciertas comodidades, pero “te digo desafortunadamente incrementa el costo para la gente local”, concluyó.

 

El proyecto “Las transformaciones espaciales y el impacto de la globalización en la vida local. Revisión al centro histórico de Aguascalientes a través de diversos fenómenos vinculados a la transculturación y a la gentrificación” forma parte de las investigaciones de ciencia aplicada del Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción, a cargo de la Dra. Mónica Susana de la Barrera Medina (SNI) y con la participación de la Dra. Rocío Ramírez Villalpando, el Dr. Tonahtiuc Moreno Codina (SNI), y el Dr. Netzahualcóyotl López Flores.

 

 

Importancia de la multidisciplinariedad

Para la doctora Mónica Susana de la Barrera Medina, la investigación hecha desde el enfoque multidisciplinario genera muchas aportaciones sociales y beneficios para la academia. Uno de los temas pendientes para áreas como el Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción donde confluyen arquitectos, urbanistas, ingenieros civiles, interioristas, diseñadores industriales, textiles y gráficos, es el diseño universal, sobre todo en términos de la accesibilidad.

Mencionó que cada disciplina tiene ciertos planteamientos, pero cuando se piensa a partir de los  espacios que se tienen en común, como la universidad o el centro, se pueden ver aquellas cosas o aspectos que faltan. Lo anterior forma parte de un nuevo proyecto de investigación que se aplicará al centro académico, si bien no está tan vinculado a la ciudad, de manera general sí, pues el diseño universal también es para las ciudades; sin embargo, explicó se debe empezar desde lo local y después extenderlo hacia afuera.

 

“El trabajo multidisciplinario nos enriquece mucho porque tenemos la oportunidad de ver los proyectos desde distintos enfoques: lo que yo no alcancé a ver quizá alguno de mis compañeros o colegas, me podrá decir que falta o viceversa. Esto ayuda mucho en los proyectos de investigación, entre más abierto esté el proyecto, tendrá un mayor alcance”.