Universidad Autónoma de Aguascalientes

Ruta 4. A donde apunte la chancla

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COLABORACIÓN| Leticia Rodríguez Martínez, egresada de la Lic. en Turismo, correo: letyrodriguezm@hotmail.com

 

En días recientes leí una nota en donde le otorgaban estrellas Michelín a 18 restaurantes mexicanos. Como es bien conocido, nuestro país tiene una de las gastronomías más reconocidas a nivel mundial, y este galardón atraerá a un mayor número de turistas que están en la búsqueda de nuevos sabores y viajan con la motivación de comer y beber. Pero ¿qué otras motivaciones tenemos para viajar? Realmente, ¿vamos a donde apunte la chancla?

Haciendo memoria por mis viajes, reconozco que todos han tenido una motivación específica, desde aquel libro que leí de niña hasta eventos históricos, gustos deportivos, intereses culturales, musicales y gastronómicos. Demos un recorrido por algunos lugares emblemáticos y sus respectivas motivaciones de viaje.

Lo que dicen de una pizza en Italia, un café en Colombia, una paella en España y un taco en México, es totalmente cierto. La experiencia no se vive igual en otro sitio, los ingredientes, el sabor, el clima, no sé la razón, pero no sabe igual. La gastronomía es un fuerte motor para viajar, queremos deleitarnos con los sabores originales desde y donde nacieron. Se busca conocer la raíz del producto estrella, como lo es comer chocolates en Bélgica, sushi en Japón o un ceviche en Perú, un quesito en Francia o un tequila en Jalisco, ¿y la carnita asada? ¡Pues en Monterrey!

“En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…”, nos transporta al centro de España, molinos de viento, espadas y caballeros con armaduras. Los libros son un gran motivador de viajes, algunos son tan descriptivos que nos llevan al sitio específico de la narración, con aromas, texturas, sonidos, clima, etc. ¿Qué te parecería viajar por el caribe colombiano inspirado por Gabriel García Márquez? o ¿trasladarse a los barrios de Barcelona de la mano Carlos Ruiz Zafón y sus novelas?

Si has leído la saga de Harry Potter, sin duda tendrás curiosidad de cruzar el Andén 9 ¾ en la Estación de King’s Cross, subir las escaleras en la biblioteca Lello en Portugal o recorrer los castillos en Escocia donde se inspiró J. K. Rowling.

Muy de la mano con los libros van las películas o series, algunos prefieren ver la peli antes que leer el libro o definitivamente no verla para no arruinar la imaginación. Quizá te ha pasado que estás viendo alguna serie o película con locaciones muy interesantes y de inmediato googleas dónde fue rodada y cómo llegar ahí. Por supuesto, asegúrate de que sea un sitio real, porque ahora con la tecnología y la inteligencia artificial nos pueden jugar una buena broma.

Pasear por un lugar llamado Notting Hill, contemplar la Bahía Maya en Phi Phi, tomar un café en Montmartre París, descolgarte por los rascacielos de Nueva York o reunirte con tus amigos en Central Perk; explorar la comarca hobbit en Matamata, Nueva Zelanda y cruzar el Camino Real en Irlanda del Norte, son algunas de las escenas que te encantará protagonizar.

La música nos acompaña en toda nuestra vida, nos recuerda momentos, personas y lugares ¿por qué no inspirarnos en ella para viajar? Recorrer el caminito en Buenos Aires mientras una pareja baila un tango de Gardel, escuchar reggae de Bob Marley mirando el atardecer en Jamaica o una sinfonía de Mozart en Salzburgo. Disfrutar una clase de samba en Río de Janeiro o una noche de jazz en Nueva Orleans, hacer un tour mágico y misterioso por Penny Lanne y sentarte a un lado de Eleanor Rigby en Liverpool, te harán sentir dentro de una canción.

También viajamos a otra ciudad o incluso otro país, para asistir a algún concierto de nuestra banda favorita o a festivales musicales, el punto cumbre es el concierto, pero aprovechamos para hacer turismo en el destino.

¡Manifiéstense los aficionados a los deportes! Asistir como espectador a un evento deportivo, es motivo para viajar. Vivir la final de campeonato de tu equipo favorito, o simplemente conocer el estadio donde juegan; presenciar un partido de Champions League, el Super Bowl, NBA, las olimpiadas o los mundiales, Roland Garros, Wimbledon, Giro de Italia, Fórmula 1… Pero ¿qué tal que la estrella eres tú? Los espíritus aventureros viajan con el fin de realizar alguna actividad extrema, escalar montañas, lanzarse en tirolesa, senderismo, surfear en las olas más altas o tirarse del paracaídas… ¡Uff!

Si te gusta aprender de las civilizaciones del pasado, Egipto, Grecia, Guatemala, Perú y México son países llenos de historia y principales destinos turísticos con impresionantes zonas arqueológicas. Otros países con civilizaciones milenarias como Japón, China, India y Camboya nos siguen sorprendiendo con su misticismo.

Alemania y Polonia son sitios muy concurridos para conocer la historia del holocausto, visitar estos lugares merece mucho respeto ya que se tocan fibras muy sensibles, pero que definitivamente dejaron huella en la historia de la humanidad.

Otras motivaciones pueden ser el arte, la arquitectura y la religión, que nos llevan a sitios muy particulares dependiendo de nuestros gustos y preferencias. Pero si lo tuyo, lo tuyo es el sol, arena y mar, y tu motivación es tirarte a descansar, elige un destino que ya conozcas para que no te pares del camastro en todo el día y sólo levantes un dedo para pedir servicio.

En la actualidad buscamos conocer lugares que vimos en las redes sociales, idealizamos el sitio, recreamos la escena, la hora exacta en que se tomó la imagen, elegimos el clima y hasta el outfit perfecto para LA FOTO.

Adicionalmente a los lugares que nos regala la naturaleza en sí misma, las empresas que ofrecen servicios turísticos han invertido en crear espacios atractivos, denominados: “instagrameables”. Me encanta la fotografía y estoy a favor de estos sitios, pero en mi opinión debe significar algo para ti, no sólo acumular likes o una foto más para la colección.

Bueno, ahora que ya recorrimos sitios y temas diversos, tendrás claro que quieres viajar y a dónde, no me digas que vas a donde apunte la chancla.