Universidad Autónoma de Aguascalientes

La educación superior como palanca para el aumento de la movilidad social

PDF | 405 | Hace 12 meses | 7 julio, 2023

Dra. en Admón. Sandra Yesenia Pinzón Castro

El 29 de junio, nuestra universidad fue sede de la entrega del Premio Ceneval el Desempeño de Excelencia, que se brinda a los estudiantes que obtienen las puntuaciones más altas en el Examen General de Egreso de Licenciatura. En esta ocasión se galardonó a casi 5 mil egresados de más de 180 universidades de todo el país. Durante el evento, tuve la oportunidad de brindar un mensaje, que quisiera compartir por escrito con ustedes. Espero que sea de su interés y agrado:

Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la Organización de las Naciones Unidas está enfocado a garantizar la educación de calidad y la promoción de oportunidades de aprendizaje para todos, porque, de acuerdo con la propia ONU: “los egresados de universidades tienen un mejor acceso a servicios sanitarios, mejores prácticas alimentarias y de salud, más seguridad económica, empleo estable y satisfacción laboral, más autoconfianza y menor actividad criminal.”

Estas razones concuerdan con modelos como el de Gibbons y Waldman (publicado en 2006), que predicen una correlación positiva entre escolaridad, salario y oportunidades de ascenso. En otras palabras, contar con estudios universitarios suele ser un factor importante cuando hablamos de acceso a estabilidad laboral, financiera y social.

Lo anterior puede corroborarse en nuestro país, o al menos así lo sugieren estudios como el de Llamosas y Rangel, del Banco de México (publicado en 2019) o el elaborado en 2022 por el Instituto Mexicano para la Competitividad, donde se muestra que, a mayor escolaridad de los individuos, mayor propensión a conseguir un empleo formal, consolidarse en él y acceder a oportunidades de crecimiento. Como lo señala este último estudio, “un trabajo formal se caracteriza por brindar seguridad social y mejores prestaciones, como el acceso a servicios médicos, fondos para el retiro, créditos hipotecarios, primas vacacionales y compensaciones por incapacidad”.

La suma de individuos en la formalidad se traduce a un mayor número de personas con acceso a condiciones de vida digna. A su vez, para una administración pública, esto representa una mejor captación de recursos para servicios y programas sociales. Así, invertir sustancialmente en la educación produce círculos virtuosos de movilidad social y desarrollo económico para toda la sociedad.

Sin demérito de lo anterior, es necesario tener en cuenta que -en un mundo globalizado, donde se han roto muchas fronteras gracias a las tecnologías comunicativas- el hecho de contar con un título podría llegar a ser insuficiente; apenas uno de los requisitos necesarios para competir en niveles altos. Por eso, en los esquemas de competencia actual, tanto instituciones como individuos deben aspirar forzosamente a la excelencia, a fin de ser elegibles en los trabajos que ofrecen mejores condiciones contractuales.

Una de las formas de lograr esa aspirada calidad educativa -acorde a los estándares de empresas e instituciones de competencia nacional e internacional- radica en la realización de exámenes homologados, que permitan a estudiantes y centros educativos contar con puntos de referencia comparativos, a fin de comprender sus fortalezas y, sobre todo, las áreas que requieren de atención para mejorar, ya como profesionistas, ya como instituciones de formación integral.

Dentro de este marco, el examen EGEL es una prueba de gran utilidad para egresados e instituciones educativas superiores del país, porque muestra de manera objetiva la capacidad que tiene cada institución para formar profesionistas bien preparados, así como el porcentaje de egresados de excelencia que brindan a la sociedad. Saber esto nos ayuda a las universidades a diseñar acciones para aumentar el porcentaje de este tipo tan destacado de alumnos, o poder estudiar los perfiles de los condecorados para lograr que otros estudiantes desarrollen habilidades y un compromiso por sus estudios equiparable.

Más allá de eso, reconocer a quienes sacaron el mayor provecho de las clases y herramientas que tuvieron a disposición en su paso por la universidad se convierte en sí mismo en un sistema de alicientes y de expectativas favorables: tal como ocurre en los santorales de algunas religiones o en el establecimiento de héroes y efemérides en todos los países, destacar a quienes sobresalieron por su entrega, constancia y trabajo, tiene el doble efecto de, por un lado, hacerle saber a quienes se esfuerzan que la sociedad sabrá reconocerles, en justa reciprocidad por su ejemplo; y, por otro lado, mostrar a las nuevas generaciones que sí es posible alcanzar metas y destacar, si uno se empeña verdaderamente en ello.

En atención a lo dicho, quiero hacer hincapié en la importancia de invertir en la educación; de acompañar las buenas intenciones con presupuestos suficientes, para perpetuar el círculo virtuoso que lleva a la movilidad social y la dignificación de las sociedades. Finalmente, quiero expresar mi sincera admiración a quienes recibieron este año el reconocimiento de Ceneval por haber logrado el “Testimonio de desempeño sobresaliente” en su prueba de egreso. Con sus resultados confirman que vale la pena el esfuerzo conjunto de la sociedad para tener más y más ciudadanos y profesionistas de excelencia, que puedan ayudarnos a construir mejores condiciones de vida para todos. Gracias por haber trabajado con pasión, constancia y compromiso para hacer bien lo que tenían que hacer: prepararse de la mejor manera posible para servir a la sociedad. Espero que, así como lo han hecho hasta ahora, continúen siendo ciudadanos y profesionistas ejemplares. Enhorabuena y muchas felicidades.

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