Universidad Autónoma de Aguascalientes

Una nueva fuente de luz, humanismo y conocimiento en el norte del estado

PDF | 239 | Hace 6 meses | 12 enero, 2024

Dra. en Admón. Sandra Yesenia Pinzón Castro

 

En esta ocasión, les comparto parte del mensaje que pronuncié durante el evento de colocación de la primera piedra del nuevo Centro de Educación Medía de la UAA, el cual estará ubicado en Rincón de Romos. Espero sea de su agrado e interés:

Hace poco más de un mes, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes tuvimos una muy entrañable ceremonia en la que otorgamos el Doctorado Honoris Causa a tres destacados académicos y artistas nacidos en esta entidad. En el acto solemne quedó expresada una paradoja imposible de ignorar: ni Dolores Castro, ni Aurelio de los Reyes, ni Alfonso Romo de Vivar; es decir, ninguno de los tres homenajeados había hecho sus estudios de nivel superior en nuestro estado, porque en su juventud en todo Aguascalientes no había una sola universidad.

Así, sus respectivos casos se resignificaron, en ese momento, como pruebas aposteriori de lo absolutamente necesaria que era para nuestra entidad la creación de una casa de estudios superiores que brindara oportunidades educativas a los jóvenes aguascalentenses, a fin de que no vieran truncadas sus aspiraciones profesionales o, en todo caso, no se vieran obligados a emigrar y escoger el exilio, a fin de poder desarrollarse y hacer vida en donde sí encontraran condiciones adecuadas para cumplir sus deseos de trascendencia académica y profesional.

De igual forma, el caso de nuestros nuevos doctorados honoris causa nos permite corroborar, una vez más, la enorme veta de talento, capacidad intelectual y potencia artística que siempre ha existido en la población de nuestro estado. Por supuesto, ese talento solo puede florecer si se le brindan las condiciones para ello. Así, no podemos dejar de pensar en la cantidad de jóvenes que ayer, hoy y mañana no tuvieron, no tienen o no tendrán la posibilidad de descubrir que en ellos pudo haberse dado –por ejemplo– un gran médico, un servidor público de primera línea, un investigador, un deportista o un escultor que pusiera en alto el nombre de Aguascalientes en nuestro país, o incluso en todo el mundo.

Y al pensar en esto: en la fuga de cerebros, en las hipotéticas carreras que no se dieron, o en las vidas que, por falta de condiciones, no pudieron encontrar o no encontrarán su vocación… definitivamente debe embargarnos una sensación de urgencia; una necesidad de hacer algo al respecto; de poner en marcha estrategias que generen esas oportunidades de crecimiento para todos los niños y jóvenes que aún no acceden a la educación media superior y superior; los que aún sueñan con qué querrán ser de grandes y los que están a punto de truncar su trayectoria estudiantil para buscar trabajo.

Hablo en plural porque estoy segura de que la sensación es compartida, como también es compartido el compromiso de quienes asumimos la responsabilidad conjunta de trabajar por la juventud, la educación y el desarrollo social. No podría ser de otra forma, cuando es precisamente ese compromiso de colaboración entre las autoridades federales, estatales y municipales lo que ha logrado convocarnos. Así como hace medio siglo nació la Universidad Autónoma de Aguascalientes, que pronto se convirtió en un semillero importantísimo de talentos y uno de los centros más notables de formación integral en la región, de la misma forma creemos que la creación de un nuevo plantel de bachillerato de nuestra casa de estudios en Rincón de Romos impulsará directa e indirectamente no solo a la juventud de ese bello municipio, sino al desarrollo de todo el norte del estado y las regiones circunvecinas.

Con este bachillerato, quienes integramos la comunidad universitaria reafirmamos la esencia, los valores y la valía de nuestra institución, que ha expresado en reiteradas ocasiones nuestra plena disposición de ayudar a los tres órdenes de gobierno de manera efectiva, para que México sea un país con una juventud cada vez más preparada y, por supuesto, consciente de su responsabilidad como factor de cambio: una juventud que, como nosotros, tenga la absoluta certeza de que la educación es una de las mejores armas para combatir los rezagos y las desigualdades económicas y sociales.

Porque creemos en el inmenso poder de cambio que genera toda sociedad con acceso a la educación, queremos dar herramientas formativas y académicas de nivel medio superior a miles de jóvenes, sabiendo que, con esta base fundamental, seguramente continuarán con sus estudios y se convertirán en los próximos profesionistas, científicos y artistas de la región; los siguientes académicos admirados, multipremiados y reconocidos, como nuestro querido doctor “Alfonso Romo de Vivar”, orgulloso hijo de Rincón de Romos, que hoy es una figura académica de talla internacional.

Estoy segura de que este plantel norte de nuestro Centro de Educación Media se consolidará en pocos años, para llegar a ser un ejemplo vivo de pasión por el conocimiento, el humanismo y, claro está, la formación integral de muchísimas personas.

Quiero concluir este mensaje agradeciendo a todas y cada una de las personas de los sectores público y privado que han participado en este enorme esfuerzo educativo y de movilidad social. Además de expresarles mi más sincero reconocimiento, quiero invitar a todos a que sigamos trabajando en conjunto y con una visión de largo plazo, para que la nueva preparatoria de la UAA sea siempre un ejemplo de colaboración, de oportunidades y de educación de calidad. Solo estando juntos podremos lograr esta meta. En este tenor, no debemos perder de vista que el verdadero conocimiento tiende a la unidad y, por supuesto, a iluminar el mundo. El conocimiento es por ello una forma de luz, de claridad y de humanismo.

Como fuente, guardiana y promotora de esa luz, nuestra casa de estudios no se cansará de buscar que la llama del saber, la fraternidad y la trascendencia alcance al mayor número de personas posible. Nuestro compromiso es hacer llegar ese fuego hasta donde nos sea posible: ser luz que ilumine y transforme a nuestra sociedad, a fin de que todos y cada uno de nosotros encontremos la felicidad y el crecimiento individual y colectivo. Les aseguro que eso también será este bachillerato: un árbol de saber, fraternidad y, sobre todo, de luz.

Se Lumen Proferre.

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