MARIO ANDRADE CERVANTES Los universitarios tuvimos la fortuna de recibir al director general del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, el doctor Rafael Navarro Meneses, a quien invitamos a dictar la magna conferencia “Las residencias médicas en el siglo XXI: metas y realidades”, en el histórico Auditorio Doctor Pedro de Alba de Ciudad Universitaria, con la finalidad de dar continuidad a la fiesta académica con motivo del 40° aniversario de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Ante un auditorio colmado de entusiastas estudiantes de medicina, funcionarios de instituciones de salud, invitados especiales y demás integrantes de la comunidad universitaria, el doctor Navarro nos brindó la oportunidad de reflexionar a propósito de la trascendental función social que desarrollan los futuros especialistas médicos, así como de los retos y las oportunidades que estos tienen a lo largo de su vida académica.
Después de hacer una acertada descripción histórica sobre la conformación de las especialidades médicas, avanzó en el tiempo hasta llegar al reciente consenso interinstitucional para la formación de médicos especialistas en México, en el que participaron las instituciones de salud y de educación superior formadoras de profesionistas médicos de pregrado y posgrado.
En verdad resulta clarificadora la pertinencia de este consenso. Para el desarrollo eficaz de nuestro Sistema de Salud, es prioritario identificar el número de especialistas que debemos formar y la rama del conocimiento médico que se requiere, para evitar inercias en materia de planeación y atender con eficacia a la sociedad que nos debemos.
Para ello, nos decía el doctor Navarro, es fundamental redefinir periódicamente las especialidades médicas, llevar a cabo mejoras sustanciales a los mecanismos de ingreso a las residencias, y fundamentar el desarrollo del sistema de salud mediante una planeación responsable y ordenada, para hacer frente con solvencia al notable incremento de las jubilaciones y el envejecimiento de la población, en los años y las décadas por venir.
Actualmente se calcula –así lo señala el consenso– nuestro país tiene un importante déficit de especialista. Al sumar todos los médicos con especialidad, existe un especialista por cada mil 500 mexicanos. Según cálculos conservadores, nuestro sistema de salud requiere más de 16 mil especialistas en los próximos cinco años. Así, este escenario abre un abanico de retos para las instituciones educativas y de salud; y se abre otro, éste de oportunidades, para los jóvenes estudiantes de medicina que se encuentran realizando sus prácticas profesionales o su servicio social, así como de los que actualmente ingresaron a una residencia de especialidad médica. Y, hay que decirlo, las mujeres llevan ya la delantera.
Sin lugar a dudas –así lo pienso– el camino profesional que eligieron los estudiantes de medicina y de especialidad médica, les permitirá realizar una trascendental contribución para mejorar las condiciones de salud y la calidad de vida de las personas. En ese sentido, su labor es fundamental para preservar nuestro futuro.
La tarea de los profesionales de la salud es necesaria y permanente. Es una labor que debe renovarse en la medida en que la población crece. Ya que nuevos seres vienen al mundo cotidianamente. Niños y niñas que requieren de atenciones, cuidados y deberán ser encausados por el vía de una vida sana. Ellos, a su vez, serán adolecentes, luego adultos y, finalmente, ancianos. En las diversas etapas de la vida requerirán de especialistas médicos para enfrentar la enfermedad y llevar una vida saludable.
Por tal razón, en nuestra Casa de Estudios trabajamos con total decisión para mantener una estrecha vinculación entre la academia y los diversos sectores de la sociedad y las instituciones del Estado mexicano. En consecuencia, al contar con la presencia del doctor Navarro Meneses, nuestra institución suscribió un Convenio General de Colaboración académica, científica y cultural con el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE.
Dentro de este contexto, resulta evidente que las instituciones de salud y las universidades que participamos en la formación de especialistas médicos, estamos llamadas a redoblar esfuerzos. Por ello, a cuatro décadas del nacimiento de la UAA, continuamos estrechando lazos de colaboración, renovando día a día nuestro compromiso con la vinculación efectiva. |
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