rectorMARIO ANDRADE CERVANTES
Hidrocálido 27/Diciembre/2013

La rueda del tiempo ha dado la vuelta y, en unos días, terminará un año más. Es momento de balance y reflexión, de forma individual y colectiva. Como universitario y representante de una prestigiada Universidad pública, los temas de la formación integral y humanista, así como el desarrollo humano, ocupan un tema central en mis reflexiones.

 

Estoy convencido que las Instituciones de Educación Superior estamos llamadas a consolidar un verdadero desarrollo sostenible en cada uno de los países a los que nos debemos. En ese sentido, pienso que concepto de compromiso social no es un tema novedoso en el contexto universitario; sin embargo, es necesario que realicemos una profunda reflexión que ponga en el centro la vinculación estrecha de valores entre la universidad y la sociedad. Es decir, siendo autocríticos, desde una visión eminentemente humanista, debemos meditar sobre la pertinencia social de las Instituciones de Educación Superior para responder, con mayores herramientas, a los grandes desafíos  actuales.

 

No sólo los mexicanos, sino la humanidad en su conjunto enfrenta en este momento grandes retos, sociales, económicos y ambientales. La falta de solidaridad en el mundo ha profundizado, o cuando menos ha hecho más compleja la solución de  muchos de nuestros problemas.

 

En tiempos actuales hemos visto como se derrumban paradigmas, tabúes y se cuestionan formas tradicionales de comportamiento. Apreciamos además, el surgimiento de nuevas formas de espiritualidad y diversos senderos que buscan dar sentido a la existencia. En este contexto, debe estar la Universidad, receptiva y abierta, para ofrecer respuestas desde la diversidad y la tolerancia, para contribuir a superar los más profundos cuestionamientos y desafíos de la sociedades contemporáneas.

 

La vida, ese regalo maravilloso que nos fue dado, se afirma para buscar como derrocar la indiferencia, la discriminación, la exclusión. Se manifiesta en contra de la guerra, la pobreza, el maltrato, el hambre y las enfermedades. Es fácil advertir una nueva conciencia del desarrollo humano, que se manifiesta en el constante deseo repensar el actual paradigma de desarrollo, así como de nuestros valores sociales colectivos.

 

En la Universidad Autónoma de Aguascalientes, compartimos la idea de que la vida sólo adquiere sentido cuando se vive para servir a los demás. Nuestra formación humanista, nos hace conscientes a la realidad comunitaria, y solidarios con los demás. Nos brinda herramientas para ofrecer mejores respuestas a la creciente necesidad de articular un modelo de desarrollo sostenible, que no únicamente abarque cuestiones ambientales, sino que vea más allá y considere aspectos culturales, económicos y sociales: que contemple el desarrollo humano, y de la vida en su conjunto, de forma integral.

 

En este momento de la historia, cuando los recursos de la educación y el conocimiento son más accesibles que en el pasado, cuando somos testigos de espectaculares avances de la ciencia y la tecnología, la Universidad reafirma su condición fundamental de soporte institucional indispensable para la comunicación y la difusión del conocimiento.

 

En la UAA estamos comprometidos con la formación de los futuros profesionales. Asumimos que durante sus vidas, nuestros egresados asumirán lugares de mayor responsabilidad en la sociedad. Por ello, reforzamos continuamente nuestras capacidades para que los ciudadanos reciban, mediante la vinculación y el acceso a la formación profesional, los frutos del conocimiento, así como del pensamiento y la acción humanista que transforma a la sociedad.

 

Más allá de ser un propósito de año nuevo, vigorizar el temple humanista en el pensar y en el proceder, es compromiso irrenunciable de nuestra comunidad universitaria. Reciban mis mejores deseos para el año por venir.