BOLETÍN DE PRENSA No. 036

A pesar de que la Universidad Autónoma de Aguascalientes se encuentra realizando una investigación para la generación de mecanismos nacionales para la aplicación de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la UAA ya ha trabajo a favor de la equidad de género y ha luchado contra la violencia en pareja desde 2006 a lado del Instituto Aguascalentense de las Mujeres; por lo que se identificaron variables, reacciones y perfiles de la violencia contra las mujeres en nuestro estado.

El estudio estuvo a cargo del doctor Nelson de Jesús Valencia Ceballos del Cuerpo Académico de Investigación en Pareja y Familia, mismo que cuenta con dos líneas de investigación: la que aborda la violencia de género y otra sobre intervención.

Se trabajó con una muestra de cuatro mil mujeres que contaban con 15 años de edad o más que hubieran estado en una relación de pareja, que dio como resultado el libro Violencia de Género en Pareja, Una Aproximación en Aguascalientes; el cual informa que cerca del 70% de las mujeres de nuestro estado sienten que han sido violentadas en algún momento de su vida, además de que la violencia psicológica es la que más se presenta.

Posteriormente se redujo la muestra a 400 mujeres para una investigación cualitativa que derivó en el libro Violencia de Género en Pareja, Vivencia de las Mujeres en Aguascalientes. En la publicación se menciona que la mayoría de las mujeres justifican la violencia “por que son hombres y deben ser obedecidos, porque es parte del matrimonio o minimizan la responsabilidad del agresor creyendo que su comportamiento es producto de haber sufrido violencia intrafamiliar durante la infancia”, expresó Nelson de Jesús Valencia Ceballos.

Otro de los hallazgos fue que “los viudos replican la violencia de manera directa a comparación de los divorciados que la reducen al aprender de la separación”, además de que a mayor formación académica es menor la permisividad a la violencia, pues el investigador aseguró que “la educación es un factor muy importante pues en ocasiones las mujeres promueven la sumisión en sus hijas”.

Mientras que en el Cuerpo Académico de Estudios de Género, a cargo de la doctora en humanidades Consuelo Meza Márquez quien enfatizó que “la violencia se enseña al interior de la familia y así las personas están capacitadas para salir a la sociedad aceptando el poder que ejercen unos sobre otros”.

Agregó que violencia simbólica es la enseñanza recibida de diferentes agencias de socialización como escuelas, iglesias, familia o medios masivos de comunicación que construyen y legitiman la diferencia de género.

Ambos investigadores de la Universidad opinan que es necesario solicitar la búsqueda de un equilibrio y una equidad de género donde el poder sea compartido, ya que está de fondo en la violencia. Que se legisle acerca de la obligatoriedad de la terapia para el agresor ya que “se debe trabajar con el que violenta aunque se separe de su pareja, pues puede encontrar otra con la que seguirá reproduciendo agresiones”.

Actualmente, se obliga a nivel nacional para que las instituciones de educación superior integren la perspectiva de género, como condición para acceder a recurso especiales, como los del PIFI.

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