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Mario Andrade Cervantes

El objetivo primordial de nuestra Universidad es formar a los jóvenes como profesionistas comprometidos con nuestra sociedad y su bienestar. Para hacer posible esta misión es indispensable que cada día enfrentemos los retos que nos permitan mantenernos a la vanguardia en cuanto al conocimiento que se genera en todas las disciplinas, incluyendo las nuevas áreas de la ciencia, pero también en lo referente a equipamiento e infraestructura.

 

Los universitarios entendimos esta necesidad, y por ello en los últimos seis años nos dimos a la tarea de modernizar nuestra Institución, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo, logrando que los dos conceptos caminaran de manera paralela. Comenzamos con la construcción del Campus Sur y del Plantel Oriente, lo que representó un aumento del 40 por ciento en cuanto a instalaciones, permitiendo incrementar también el número de estudiantes de educación media y pregrado. El proyecto integral de reestructuración incluyó, además, la renovación de algunos talleres y laboratorios, a los que además se dotó con tecnología de punta para fortalecer el aprendizaje de los estudiantes.

 

Las áreas de apoyo y espacios comunes fueron incluidas en este proyecto, por lo que tan sólo en este 2016 se emprendieron más de 100 acciones de construcción y remodelación, sobresaliendo el rescate que hicimos del emblemático Auditorio Morelos para transformarlo en el nuevo Polifórum Deportivo y Cultural Universitario Morelos. En lo que se refiere a construcción, uno de los proyectos más importantes de este año fue el Edificio Académico – Administrativo que fue inaugurado esta semana. Durante el evento los universitarios estuvimos acompañados de autoridades universitarias, de los tres órdenes de gobierno y de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

 

El nuevo Edificio Académico – Administrativo nos permitirá liberar aproximadamente 6 mil 800 metros cuadrados, los cuales se encuentran distribuidos en edificios donde actualmente se realizan actividades administrativas, para dedicarlos a labores de docencia, investigación y difusión del arte y la cultura. Todas estas actividades las concentraremos en el nuevo edifico, con el propósito de favorecer la interacción y la comunicación eficiente entre las áreas académicas y administrativas, y de que los estudiantes lleven a cabo sus trámites de forma más ágil y eficiente.

 

De esta manera, se concentrarán en más de siete mil metros cuadrados de construcción la Rectoría, Secretaria General y las siete direcciones generales: Planeación y Desarrollo, Investigación y Posgrado, Infraestructura Universitaria, Servicios Educativos, Finanzas, Docencia de Pregrado, Difusión y Vinculación, al igual que otras áreas de apoyo como comunicación y relaciones públicas; además, cuenta con una Sala Magna en el segundo nivel y una terraza.

 

Toda esta infraestructura también cuenta con tecnología de última generación, gracias a un sistema inteligente de acondicionamiento de aire, control de iluminación LED, cancelería especial que disminuye la radiación calórica hacia el interior y un muro que permite amortizar la temperatura interior con la exterior, logrando que esta construcción sea autosuficiente en el consumo de energía y en el ahorro de agua, lo que reducirá de forma significativa los costos de mantenimiento para la Institución.

 

Éstas son solamente algunas de las características que permitirán que el nuevo Edificio Académico – Administrativo pronto se convierta en un símbolo de modernidad, y que sea reconocido por nuestra comunidad por su pertinencia, ya que la concentración de actividades permitirá enriquecer aún más las labores de investigación, docencia, gestión y vinculación, las cuales representan los ejes centrales de nuestra misión, y el camino que continua guiando a nuestra comunidad hacia el logro de los objetivos que se encuentran plasmados en el Plan de Desarrollo Institucional 2016 – 2024.

 

Así es como los universitarios estamos enfrentando el reto que implica la modernidad, y atendiendo el compromiso que tenemos con la sociedad, pero cuidando que este desarrollo sea sano y equilibrado para beneficiar a las generaciones presentes de universitarios, pero también a los jóvenes a quienes les estamos dejando una universidad de vanguardia para el futuro.