BOLETÍN DE PRENSA No. 042

  • Estudio financiado por CONACYT y la SEP investigará en escuelas secundarias.

El doctor en psicología Francisco Javier Pedroza Cabrera de la Universidad Autónoma de Aguascalientes realizará el estudio sobre Trayectorias de Desarrollo de Adolescentes Clasificados en Riesgo de Comportamiento Antisocial, mismo que cuenta con fondos mixtos de CONACYT y de la Secretaria de Educación Pública que ascienden a 365 mil 480 pesos.

El estudio identificará algunos elementos en los alumnos de educación secundaria que están en riesgo de presentar conductas antisociales, es decir: “aquellos comportamiento que rompen reglas establecidas por un grupo social como robo, mentiras, conductas de riesgo sexual o adictivas; que en una etapa adulta podrían presentarse como violencia familiar o problemas con la ley”, dijo el académico.

El proyecto de carácter interinstitucional, contará con la participación del Cuerpo Académico sobre Comportamientos Adictivos del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades, investigadores de la UNAM y la Autónoma de Chiapas para identificar diferencias culturales que llegasen a presentarse. Además en éste colaborarán aproximadamente 10 alumnos de doctorado, maestría y licenciatura.

Cabe destacar que no hay factores específicos, aunque se tratarán de descubrir algunos índices. Ejemplo de esto es el trabajo sobre Estilos de Interacción Social de Adolescentes que Presentan Síntomas de Dependencia a las Drogas, realizado por el cuerpo académico mencionado, que muestra la necesidad de relaciones comunicativas familiares sanas.

“Si bien los patrones están establecidos en los que consumen estas sustancias, ahora se trata de identificar las diferencias que desencadenen un comportamiento antisocial, a través de reporte de prefectos, directores, profesores, trabajadores sociales y las redes sociales que establece el joven con los compañeros”, explicó el catedrático.

Sobre los factores que podrían desarrollar estas conductas negativas, el investigador Pedroza Cabrera informó que existen factores distales donde el psicólogo no tiene incidencia para modificarlo, como el estrato socioeconómico; además de los proximales como estilo de interacción social o familiar. Ejemplo de ellos son las prácticas disciplinarias con los padres, “muchos adolescentes hacen más caso a lo que dicen sus pares (amigos) que a lo que dicen sus tutores, y al haber una exclusión del grupo familiar la relación con sus amistades se vuelve más estrecha”.

Finalmente, aseguró el doctor Francisco Javier Pedroza Cabrera que se observa un incremento de comportamientos antisociales en las familias donde los padres no pasan suficiente tiempo con sus hijos, además de que las nuevas tecnologías han modificado las interacciones.

“Un problema grave es el cyberbulling donde los compañeros agreden o hacen bromas pesadas a otro, lo graban y suben a la red, lo cual ocasionará daños severos en la víctima. Las redes sociales permiten relacionarnos, aunque en ocasiones los que acumulan 100, 200 o 300 amigos no puede establecer relaciones personales cara a cara”, concluyó el investigador.