BOLETÍN DE PRENSA No. 013 –>>
- Cada individuo debe ser tratado de manera distinta para ayudarle a superar situaciones de tristeza o falta de motivación: JV.
La depresión es un término del que se ha abusado e incluso parece ser que se trata de un desarrollo cuasi epidémico en los tiempos actuales, e incluso surgen como por generación espontánea especialistas que hablan con familiaridad de padecimientos como éste y confunden el discurso psicológico, comentó el profesor e investigador de la UAA, Jorge Vargas.
Explicó que tanto la depresión como la anorexia, el síndrome de atención dispersa y otros problemas del individuo se han generalizado en su detección y tratamiento, en donde no hay seriedad, ni ciencia, es simplemente un conocimiento popular o un bombardeo de información en donde se generalizan los estados de ánimo o conductas.
El especialista explicó que estas situaciones han sido enfrentadas por el ser humano desde hace siglos, sin embargo ahora, el discurso social está alimentando entre los individuos esta generalización de padecimientos encasillando a todas las personas con sufrimientos, tristeza profunda, rechazo por la comida u otras características en un concepto que se ha convertido en un fenómeno de masa, del que todos pretenden saber y ofrecer recetas mágicas para su cura.
Jorge Vargas comentó que la depresión tiene una existencia aún antes de la ciencia, pero a lo largo de los años ha ido transformándose su conocimiento y estudio; explicó que la depresión inhibe el desarrollo completo del ser humano, tiene manifestaciones de tristeza, desesperación, inercia, falta de energía, ausencia de deseo, entre otras características que no pueden ser abordadas de manera sistemática en todos los seres humanos.
Incluso mencionó que algunas empresas farmacéuticas han aprovechado esta masificación de la depresión y otros padecimientos psicológicos para hacer prosperar su industria.
El investigador de la UAA consideró que el mundo hipermoderno nos hace promesas de objetos omnipotentes en los que encontraremos todo lo que necesitamos: la felicidad, la belleza, etc.; sin embargo cuando el individuo se enfrenta a la realidad en donde ese objeto falla, hay una decepción y un campo de cultivo para la depresión.
También comentó que en muchas ocasiones las personas reaccionan a los deseos de otros. Ejemplificó mencionando que las madres pueden considerar que su hijo está deprimido o es hiperactivo, entonces esos menores reaccionan al deseo o a la afirmación de la propia madre.
Explicó que los psicoanalistas deben abordar de manera individual y singular cada caso, pues en cada sujeto se encuentra una posibilidad de combatir una situación adversa de ánimo; es en su propia historia en donde las personas encuentran el motivo y probablemente también el incentivo para superar un momento de crisis emocional.
Finalmente, el especialista mencionó que desde el psicoanálisis la depresión es una falta de sentido, por lo que es importante acudir con un verdadero especialista que pueda tratar a los individuos de acuerdo a su propia historia, en donde puedan ser escuchados y encuentren en sus propias palabras la explicación a lo que les sucede; mencionó que la depresión no es solamente una cuestión de serotonina o neurotransmisores, sino que también influye su propia vida y lo que desea hacer el individuo por él mismo para superar este momento de crisis emocional.