MARIO ANDRADE CERVANTES
Hidrocálido 04/ene/2013

 

Hemos dejado atrás 2012 y comienza ahora un nuevo año colmado de posibilidades. Llega el momento de la valoración de nuestras acciones, de nuestras fortalezas y debilidades, para poner en perspectiva las metas alcanzadas con miras a visualizar los retos y oportunidades que nos depara el año que recién inicia.

Para un servidor es muy importante que esta reflexión ocurra en un momento de cercanía con la familia y descanso. Esto me permite ponderar en su justa medida todo aquello por lo cual debo estar agradecido: la salud, la familia, los amigos, el trabajo, los compañeros universitarios, la suma de importantes logros que alanzamos juntos en el año que acaba de concluir y tantos otros motivos.

En este contexto de valoración se hacen presentes en mis pensamientos los valores que heredé de mis padres y de mi Alma Mater. Pienso que poner en práctica cotidiana los valores humanistas, además de ser vitales para crecer como personas, son el soporte estructural para enfrentar retos y alcanzar metas individuales e institucionales en beneficio de los demás.

La solidaridad, la libertad, la confianza, la ética, el trabajo en equipo, la justicia, la tolerancia y el respeto a la libre determinación del ser humano se constituyen en la principal fortaleza de una comunidad humanista que trabajar en beneficio de la sociedad. Estos valores me han acompañado en las distintas encomiendas desde las que he tenido la oportunidad de servir a la Universidad y a la sociedad de Aguascalientes.

Las tareas que emprendemos los universitarios son guiadas por estos valores y considero que encuentran su principal estímulo en la medida que servimos a la sociedad aportando soluciones para contribuir al avance de la comunidad y el desarrollo integral de las personas.

Con frecuencia pensamos que las instituciones, las ciudades, los estados y los países se construyen con vastas acciones y con guías extraordinarios. Pero no podemos dejar de lado lo más importante, aquello que da estructura orgánica a un organismo social: las acciones cotidianas y los valores que inspiran a las personas para el trabajo colectivo. En ese sentido, todos podemos constatar que cada día, cada minuto, la vida nos ofrece incontables posibilidades, no sólo de ser mejores, sino además de contribuir a que los demás mejoren.

Si pensamos en una institución, una ciudad o un país que se distingue por su prosperidad en un sentido amplio, observaremos a detalle un impecable trato cotidiano entre personas y grupos. Seremos testigos de relaciones humanas fraternales e individuos que se ocupan en atender el bienestar colectivo.

Estoy convencido de que en las acciones aparentemente menores, como la forma en que nos comportamos en familia, en el trabajo, en el espacio público; al poner en práctica cotidiana los valores humanistas, generamos el círculo virtuoso de la prosperidad y el bienestar colectivo.

Por ello, para el bienestar de nuestras instituciones, del estado y el país, es deseable que el conjunto de los integrantes de la sociedad practiquemos el humanismo, con el fin de enfrentar los retos por venir y traducirlos en oportunidades para el beneficio de la comunidad a la que nos debemos.

Con la guía de sólidos valores humanistas, este año la Universidad Autónoma de Aguascalientes seguirá desarrollándose rumbo a la calidad y excelencia académica, para lo cual, las autoridades universitarias estamos trabajando para que a partir del 7 de enero inicie labores nuestra Casa de Estudios. A la comunidad universitaria y a la sociedad les deseo un próspero 2013.